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viernes, 29 de marzo de 2013

Ghee: Meditación en la cocina.





-Dorada, fresca y cálida al mismo tiempo...así es el Ghee.-



El Ghee es mantequilla purificada a través del calor. Según la Ayurveda, la medicina holística de la India, es terapéutico y se puede usar tanto interior como exteriormente para crear armonía en el organismo. Entre sus usos destacan el alimentario, siendo usado en muchísimas recetas de la cocina Hindú y el medicinal, usándose sobre la piel para masajes, etc. El Ghee está también considerado sagrado, siendo un elemento importante en casi todos los rituales de la cultura Hinduista. Sus orígenes se remontan a tiempos remotos de la historia de la humanidad y ya se cita en algunos textos Védicos considerándolo una sustancia pura.






Aunque es un derivado de la leche, personas con intolerancia a los lácteos pueden tomarlo pues al estar purificado, no contiene lactosa. A través del calor, toda la proteína de la leche se separa y se viene a crear un “oro líquido” con múltiples propiedades. Lo podemos utilizar en la cocina usándolo como aceite para freír, pues soporta muy bien altas temperaturas sin llegar a volverse tóxico, como es el caso de muchos aceites. Es ideal en recetas de cocina de la India e incluso muy bueno y saludable en los desayunos con una rebanada de pan casero en substitución de la mantequilla.
El proceso para hacer el Ghee es como una meditación. Hay que estar presente y con la atención concentrada en lo que estamos haciendo…!ahí con los seis sentidos!




-La luz dorada de este amanecer me recuerda al color del Ghee.-


El primer paso es encontrar una mantequilla de buena calidad y sin sal, a ser posible BIOLOGICA. Una vez en la cocina, prepara una olla de metal, una cuchara de madera, una espumadera o cucharón, un plato, un paño para filtrar y un bote de cristal. Prepárate para elaborar el Ghee quizás encendiendo una vela, creando un ambiente armonioso y un momento de relax…puedes improvisar un pequeño “altar” en tu cocina. Personalmente me gusta considerar la cocina y el acto de cocinar algo sagrado, por eso en nuestra cocina hemos creado un pequeño altar para un Buda gordito, comilón y feliz. 










Iniciamos:

...Ommmmmm...






Empezamos calentando la mantequilla a fuego lento en la olla de metal…muy despacio se va a ir fundiendo, con atención removeremos para que no se pegue y veremos que aparecerá una espuma en la superficie. Poco a poco, con la espumadera o el cucharón vamos a ir retirando esa espuma en el plato. Son los sólidos de la leche, la lactosa…la proteína. La vamos a ir eliminando, poco a poco…con atención…presentes.







Cuando empiece a hervir seguirá saliendo espuma y nosotros la iremos retirando en el plato de desecho…esta es la parte que no queremos conservar…la parte “impura” de la mantequilla. Continuaremos este proceso por , más o menos, media hora desde que empezó a hervir y habremos retirado todas las partes sólidas…ahí ya podemos ver el resultado, el oro líquido…Este es un acto alquímico.  











…Seguimos retirando espumita… 



…hasta que quede algo así…









Después lo colaremos con el trapo para colar y lo pondremos en un tarro de cristal…con cuidado, está muy caliente…








Y ahí tenemos nuestro Ghee.
¡Disfrutad!










-Lo que veis a continuación son los residuos sólidos de la leche que quedan en el fondo de la olla.-



-...Y aquí vemos al pequeño Krishna deleitando los sentidos con el Ghee.-





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